La escuela Arimunani se levanta como un refugio de madera y vegetación en la pequeña localidad de Marratxí, a 18 kilómetros de Palma de Mallorca, en las faldas de la Serra de Tramuntana.
Para llevar a cabo este proyecto, el estudio de arquitectura Aulets tomó como referencia los monasterios existentes en la isla balear para crear la estructura. En particular, su capacidad de protección de la intemperie, que consigue configurar un refugio educativo mediante el uso de patios interiores protegidos. Antes de poner en marcha la obra se analizaron las condiciones climáticas del lugar, para después diseñar las actuaciones necesarias para que un lugar caluroso y seco pueda, en pocos años, convertirse en un refugio climático.
El edificio está construido principalmente con materiales de la biosfera, lo que permite reducir la energía añadida en un 65% de las emisiones de CO2. La empresa de construcción de soluciones en madera, Egoin, se ha encargado de fabricar la estructura porticada con madera laminada encolada (MLE), forjados y paredes de contralaminada (CLT), de pino radiata procedente de bosques de madera certificada de Euskadi. En concreto la empresa ha utilizado 130 m3 de madera CLT y 56 m3 de MLE aproximadamente.
La propuesta presenta acciones vegetales y arquitectónicas para equilibrar las condiciones climáticas extremas. El edificio está diseñado para protegerse de la radiación estival mediante la sombra de los árboles y los voladizos, para facilitar la ventilación cruzada y la radiación en invierno. Además, el patio interior crea un oasis climático.
El proyecto se ha configurado para que, no sólo su modelo docente, si no también el propio edificio y su entorno, puedan servir de modelo para futuras escuelas en el arco mediterráneo. Con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears (UIB), se monitorizará el edificio para poder llevar un seguimiento y validación de las características climáticas de sus interiores así como de la eficiencia energética.