La ciudad catalana de Vic cuenta con un nuevo referente cultural y arquitectónico: la Biblioteca Pilarín Bayés, un proyecto innovador que refuerza la red de equipamientos culturales de la localidad. Este edificio, diseñado por BCQ Arquitectura Barcelona, se alza como un símbolo de cohesión cultural y sostenibilidad, en gran parte gracias a la colaboración con Egoin, que ha aportado su experiencia en soluciones constructivas de madera.

Egoin ha sido un agente clave en la materialización de la fachada de la nueva biblioteca, que destaca por su diseño innovador y su funcionalidad. La fachada de 700 m² está compuesta por lamas de madera laminada de Accoya, un material seleccionado por su gran durabilidad al exterior gracias a tratamientos con materiales orgánicos y su estabilidad dimensional.

“Colaborar con Egoin ha sido esencial para materializar la visión arquitectónica de la Biblioteca Pilarín Bayés. Su experiencia y capacidad técnica han permitido desarrollar una solución en madera que no solo resuelve las necesidades funcionales del edificio, sino que también añade un valor estético y sostenible que enriquece el proyecto en su conjunto”, ha explicado Jordi Sánchez, arquitecto de BCQ Arquitectura Barcelona.

El proceso de construcción de esta fachada fue todo un desafío técnico. La geometría compleja de las piezas, con formas trapezoidales y cortes inclinados, exigió un trabajo de alta precisión y la combinación de varias máquinas de control numérico. Este esfuerzo ha resultado en una fachada que se integra a la perfección con la estructura de hormigón del edificio, colgando de ella mediante herrajes metálicos diseñados específicamente para este proyecto. Las piezas más largas de la fachada tienen 9 metros de altura, con un volumen de madera de 70 m3.

El uso de madera tratada con Accoya no solo aporta una gran resistencia y estabilidad del material a las inclemencias al emplear la madera a un uso exterior, sino también estabilidad dimensional, además de reforzar el compromiso del proyecto con la sostenibilidad. Este material, conocido por su bajo mantenimiento, es ideal para proyectos que buscan minimizar su impacto ambiental. Además, la doble fachada, que combina un interior acristalado con la capa exterior de madera, contribuye a la creación de un microclima que reduce la necesidad de climatización, disminuyendo así el consumo energético.